martes, 30 de diciembre de 2025

una nueva vuelta

Soy un hombre que cocina, se prostituye para contabilizar pérdidas más que ingresos y castiga su cuerpo pretendiendo mantenerlo a salvo en lo hondo de una mens sana que ni de lejos. 

Soy un hombre que se abraza a un niño en la noche, y a unas páginas, un sueño vívido o una almohada con maneras de hembra que la recompuso mientras otros temen una invasión almohade.

Soy un hombre que sueña despierto recuerdos de lirio, muslo, saliva y verso libre que le certifican que solamente es un reloj lo que ha muerto.

Soy un hombre que pierde trenes para descarrilar pupilas una y otra vez sobre los mismos párrafos sin ánimo alguno de acumular nuevas páginas bajo las bolsas que acarrean sus párpados. 

Soy un hombre que se acaricia la piel para descubrir que no merecería tal nombre si no hubiese sido tallada por distintas manos. Un hombre que canta imaginándose océano a pesar de saberse mero accidente.

Soy un hombre que se sirve otra copa de vino que no debiera permitirse, dirán otros. Un hombre sin miedo que se sigue reconociendo el más afortunado del universo y sabe que porque sueña no lo está, aunque sí, de nuevo, dirán otros.

Sigo siendo un hombre que cocina, se prostituye, degusta vino como si de otros labios, se masturba como si de otras manos y sabe olvidar a tiempo la contabilidad de los años quebrados y las monedas que no llegan.

Soy un accidente que en 2025, a duras penas, supo mantener a salvo múltiples vidas. Un hombre que en 2025 ha sabido sortear el abismo a pesar de haberlo recorrido desde el interior de sus propios intestinos. 

A ver lo que lográis hacer con, y hacen de vosotros en, susurra, este hombre, a las multitudes que lo habitan, este inminente 2026.

¡Salud!, aúllo, aunque sea un nuevo brindis al sol. Ya sólo por eso y porque seguimos danzando sin riendas hasta el final del amor habrá merecido la pena. 

¡Salud!, aúllo, mientras calco danza de sílaba bilabial para silbar mi renovado deseo de año nuevo. Que sea pleno el vuestro y logre despertar una sonrisa. El universo os lo agradecerá. También el océano.




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