miércoles, 19 de octubre de 2022

naufragio en el Gálata

Aquí lo siento, hay algo más que esa belleza de pensar, de dejar la mente en blanco, veloce inundarse de todo, como un silo enorme e imprudente. Quiero llenarme, abrirme, romperme en y con lo que me rodea. Quiero rezar aunque no sepa. Quiero gritar. Beber licores desconocidos. Esnifar los pliegues, los secretos, tu envés, los momentos que iban a pasar desapercibidos. Quiero detener el tiempo para ser consciente, concreta, punzante, como una flor que estalla y aprieta. Aquí, ahora, el uso del mundo. Pan ácimo. Una limosna en la piel, la piel del corazón, que nunca es coraza. Aquí morirá mi cuaderno, eso te digo, eso ocurre cuando ya está inundado en letras, en astros desordenados y un estigma tatuado con mis uñas en tu espalda. El horror es no habitarte. Este país no existe, lo hemos inventado juntos. Aquí me gritan las flores. Aquí es la vida la que me está viviendo. Aquí, justo en este momento, en la mirada mastín, en la caricia brutal de dos mundos antagónicos que se frotan en eterno. El deseo es húmedo y pegajoso. Tus falanges, preludio del derrumbe de mis baluartes, los posos del café lo están gritando: sepulta a esta hembra en una jungla de abrazos y miradas, ella con medio haz de luz lo va a destrozar todo. Esta es su narrativa invisible. A partir de ahora. Las herencias forzosas del desamor se están ahogando en el Gálata. A partir de ahora. y el amor es beber raki hasta el amanecer. A partir de ahora. Y después destronar al dolor siempre. A partir de ahora. Festejar la carne y la crudeza. A partir de ahora. Ser ser ser y no dejar de ser. A partir de ahora. Es mi cabello el que mece el viento. Aquí. Interprétame Ad Lítteram. No dejes nada. No me abrevies. El muecín canta en el lapso de nuestros gemidos. Sístole de mi vientre. Cópula en la cúpula de tu mirada. Ídolos que se rebelan ante un martirio envejecido. El corazón como un tambor bien vivo que las venas del tiempo, dilata. 

© Julia Roig y Pablo Cerezal 


NAUFRAGIO EN EL GÁLATA 
(un videopoema del mago José Ramón da Cruz)


Que José Ramón da Cruz atesora en su mirada la poética del mercurio desde su nacimiento a lomos de mareas contrapuestas ya lo dejé escrito. Que Julia Roig es una poeta mercurial en su modelar y acariciar la belleza como alimento, aliento y marea, también. Con ambos he tenido la fortuna que muchos mueren buscando equívocamente en el poseer pertenencias y caudales. Mi fortuna, en este caso, es haber podido poseer La Belleza, esa cosa que, como La Poesía, para nada sirve más allá de alimentar el ánima y al animal que la anima. Y es que ambos me han permitido entrar de puntillas en su excelsa manera de comprender la Poesía. Con ambos he tenido la fortuna de enredar latidos y neuronas que han gozado de las eternidades previas a ese alumbrar milagros a que están, ambos, tan acostumbrados en solitario. 

Desde hace un tiempo, mi fortuna se ha multiplicado en un tripartito de fogonazos en expansión. Un tripartito de creatividad afilada en carne, como cuchillo de matarife o espina de rosa carnívora. Un Parkour salvaje destinado a salvar el fuego. A este videopoema con que José ha regalado imagen, temblor, humedad, estallido, susurro y arritmia a nuestro Naufragio en el Gálata, le precede otro, delicada y brutalmente erigido sobre un brutal y delicado poema de Julia: Selfish.

Y resulta que Selfish ha sido seleccionado, de entre más de 200 videopoemas, por Maldito Festival de Videopoesía, uno de los certámenes audiovisuales más arriesgados y honestos del terruño. Un nuevo milagro. Un nuevo salto al vacío. Y los que aún quedan por delante.




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